Más detalles de la toma militar del 26 de junio surgen mientras salen a la luz los testimonios de los principales colaboradores de Juan José Zúñiga. Según revelaron estas narraciones, el entonces Comandante del Ejército, en su desesperación, ordenó que se abra fuego en la plaza Murillo, además de que se detenga a autoridades como el Ministro de Gobierno, sin embargo, sus subalternos no obedecieron porque ya dudaban de su lucidez y sus planes.
La versión fue corroborada por la “mano derecha” de Zúñiga y exjefe de Inteligencia del Ejército, mayor Leonel S., además del coronel Raúl B., excomandante de la Policía Militar en La Paz, a cuyos testimonios tuvo acceso ERBOL.
De acuerdo con las narraciones, el movimiento militar tenía tomada la plaza Murillo, pero la situación se tensionó con las movilizaciones que habían surgido en alrededores. En ese contexto, Zúñiga empezó a ordenar la gasificación y después llegó al extremo de instruir los disparos.